Un hacedor de risas, un extrovertido por excelencia, un ser cálido y generoso son algunas de las características que podrían definir a un venezolano.
Somos individuos que a pesar de vivir en una sociedad tormentosa donde nos afecta, la escasez de recursos básicos, la política ETC ETC ETC, nos levantamos a tempranas horas a trabajar con la mejor disposición de salir adelante y llevar el pan a la mesa.
Somos así, optimistas y luchadores.
El venezolano es el más creativo hablando cuando de “coloquialismos” se trata. Usa palabras como: chévere, que significa “bueno”, bájale dos (relájate), se le fueron los tiempos (se desmayó), rolo e’ cola (mucho tráfico), etc. Y un extenso conocimiento en el inglés: chores (shorts), sanduche (sandwich) y kepchu (salsa de tomate, ketchup).
Somos vivos y avispados, y es que es preferible estar “pilas” o ser “un avión” que estar “caído de la mata” o “perdido en los laureles”.
Buenos humoristas (un don nato), ya que de cualquier situación sea positiva o negativa sacamos un chiste.
Somos rumberos y en donde llegamos, estemos invitados, o no, prendemos o participamos en la “rumba” o el famoso “guateque”, entiéndase “fiesta o party”.
Somos una mezcla de diferentes culturas, es natural que en las familias venezolanas siempre exista un pariente portugués, italiano o colombiano que ya se considera venezolano por la cantidad de años que tiene en el país. Y que el 24 y 31 de diciembre comamos hallaca, pasticho, bacalao y pernil. (Si así mismo una ensalada pero no necesariamente de gallina).
Venezuela es su gente y espero que algún día todos podamos regresar. Mientras tanto yo te llevaré por todo lo alto y te defenderé hasta que recuperemos la libertad.
Te extraño Venezuela.
Orgullosa de ser venezolana, orgullosa de mi gente que lucha.
Foto de portada tomada desde la Isla de Coche, Venezuela.